UN GRAN PASO ... EN LA MEDICINA ALTERNATIVA
En China, por primera vez, el ser humano fue capaz
de crear, o más bien, imprimir, un órgano humano funcional. A primera instancia suena como producto de la ciencia ficción, pero gracias a la tecnología ha sido posible.
El hombre ha pasado de
plasmar sus ideas en pinturas rupestres, posteriormente en lienzos, hasta
llegar a las impresiones en tercera dimensión. Las impresoras 3D, son capaces
de convertir ideas en objetos, y archivos en computadora a cosas tangibles. Esto
gracias a la los avances tecnológicos, producto del tiempo y el razonamiento
del hombre. La innovadora idea de las impresoras 3D surgió en un principio por
la necesidad del mercado gráfico e industrial. No obstante, su uso no solo se
limita a los campos anteriormente citados, sino que también en la medicina.
Recientemente, en la medicina esta tecnología se ha aplicado específicamente en el área de medicina regenerativa y biomedica. Gracias a las impresoras 3D, llamadas bioimpresoras en esta ciencia, ha sido posible imprimir órganos humanos. Este gran avance tecnológico representa un paso enorme en el desarrollo de capacidades del ser humano. Hace 50 años, esta idea hubiera totalmente sido concebida como algo ilógico, sin embargo, hoy es real.
La importancia de este
hallazgo es trascendental y sin duda representará un recurso de salud
fundamental para aquellas personas que padecen enfermedades generadas
por deficiencias de funciones en los órganos, ya que gracias a estas bioimpresoras, será
posible crear un nuevo órgano, que apoye a la mejora de la calidad de vida del ser humano, partiendo de las células de aquél órgano que se sustituirá por el impreso.
Se estima que para el 2025 la
impresión de órganos será un servicio mundial al alcance de todos aquellos que
sufran de alguna falla de éstos. El
proceso de impresión de órgano es muy complejo y requiere de materiales y
células específicas. Dichos conceptos se
explicarán de manera detallada posteriormente en el presente trabajo.